El otro día, conectándome a una de las máquinas virtuales a través de ssh, me encontré que (naturalmente) había cambiado su «huella» (o «fingerprint») y no me dejaba establecer la conexión.
Por pura pereza (cada día hay más líneas en ~/.ssh/known_hosts 😅), en lugar de abrir el fichero y buscar la línea que estaba «ofendiendo» al algoritmo de curva elíptica ECDSA opté por la forma rápida (una vez que sabes cómo) de eliminar desde la terminal una línea concreta del contenido de un fichero 😉