Estando en el instituto me hizo falta compartir un archivo entre dos equipos de la intranet pero por desgracia ni tenía el pendrive a mano (me lo dejé en casa) ni tengo permisos para instalar (ni configurar) los servicios Samba o NFS ni el tamaño era pequeño para poder enviarlo por correo electrónico.
Por fortuna recordé a un viejo amigo (Netcat) al que muchos llaman la navaja suiza de TCP/IP. Sirve para muchísimas cosas (no todas legales) pero en esta ocasión me sirvió para solventar el problema anterior (que no es poco).