A los que nos gusta escribir comandos desde la terminal, no suele asustarnos usar «pipes» o puntos y comas para separar largas ristras de instrucciones que nos eviten algún que otro click o nos permitan reducir considerablemente el tiempo invertido en tareas repetitivas (… y aburridas 😉)
Mi alumnado lo lleva un poco peor y (sobre todo cuando me ven hacerlo las primeras veces) suele ser habitual que me llamen «hacker» por escribir «arcanos» en pantallas de fondo negro y cursor parpadeante (podría ser peor, llamarme «brujo» y quemarme en la hoguera si estuviésemos en tiempos más oscuros 🤣)
Es por ello que cuando logro atraer a alguno de mis «padawans» (y ya van unos cuantos 😅) al «lado oscuro de la Fuerza» para facilitarles algo el trabajo de editar comandos en la terminal, les enseño la posibilidad de hacerlo directamente (como si estuvieses escribiendo un script) en un editor de texto (normalmente nano aunque bien podría ser vi/vim 😇) antes de lanzar su ejecución…